lunes, 28 de diciembre de 2015

Baroness "Purple (2015)".

Todo apunta a que este es el momento de Baroness, si la banda de Georgia sabe mover sus cartas, se pueden en convertir en una banda grande o como mínimo con una buena base de seguidores. Como referente más claro se deberían mirar en Mastodon, que ha tirado de pulir y sofisticar su propuesta para abrazar a un publico más amplio y no les ha salido mal la jugada. Baroness y "Purple (2015)" esconden bajo un supuesto sonido muy elaborado y estructuras complejas (tras unas cuantas escuchas se evidencian las mismas) unos temas directos y de fácil asimilación. Si bien es la evolución continuista de "Yellow & Green (2012)", la propuesta tan excelsa de aquel siendo claramente una evolución y realmente notable, se diluía en un exceso de temas que hubieran funcionado mejor mas compactados. Por otra parte, la banda cuenta con el lado de emotividad necesario, ya que como recordamos, en 2012 sufrieron un fuerte accidente de bus, desmembrando a la banda, se han sabido recomponer y por que no, deben aprovechar también ese valor añadido.


Si tomamos la edición en vinilo como referencia, el discos se divide en dos partes marcadas por el corte situado al final de la cara B, "Fugue" es un instrumental lo-fi tranquilo y ambiental que sirve de contrapunto entre ambas caras. como punto de partida "Morningstar" contiene el punto afilado necesario para engancharte al disco, nada fuera control ni excesivamente duro, pero si muy dinámico, "Shock Me" contiene una intro puramente AOR y la melodía necesaria sobre un entramado de guitarras y una base rítmica muy trabajada, no en vano es la apuesta del grupo como segundo single. "Try to Disappear" es puramente 90's, tiene un punto bailable y duro a la vez en la parte intermedia con unas guitarras crujientes, me recuerda a Cave In y eso me gusta, "Kerosene" es directa y de una supuesta complejidad que toma respiro en su estribillo y los miles de efectos que asoman entre sus frases. 



La belleza de "Chlorine & Wine" se alimenta de eléctricas dulces o de un piano que acompañas a unas estructuras básicas que desembocan en un "Halo" de épica que en directo debe funcionar muy bien. "The Iron Bell" es rockera por todas partes, sencilla en formas y dinámica, así como desaliñada en su parte final, "Desperation Burns" es una mirada a un pasado o muy lejano de la banda en cuanto a estructuras, " If I Have To Wake Up" es pura emotividad, quizás algo falta de heroicidad para cerrar el disco de forma apabullante, se queda algo en buenas intenciones pero no remata.    



La Outro "Crossroads Of Infinity" no se muy bien que mensaje quiere mandar, parece como si se hubieran dejado encendida la grabadora para un mensaje y diecisiete segundos mas tarde se apaga. No nos engañemos, seguro que sus seguidores más afilados preferirían que la banda siguiera fiel al sonido duro en su conjunto general de "Red (2007)" y "Blue (2009)", pero seguramente la banda continuaría tocando en clubs minúsculos, dando buenos shows, pero sin posibilidad de abrirse a otras audiencias.

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